
Yo no se de pájaros, no conozco la historia del fuego. Pero creo que mi
soledad debería tener alas.
Con todas las cosas errantes por el mundo, cosas al borde de la hora, van
donde van todos los pájaros del
mundo, a su destino de seres creados... A dónde va el movimiento
mismo de las cosas, en su oleaje, adónde va el curso mismo del cielo, sobre su
rueda, a esa inmensidad de vivir y crear por la que se conmovió la gran noche
de mayo, van, doblando más cabos de los que crecen en nuestros sueños, y pasan,
dejándonos en el océano de las cosas libres y no libres...
